Tobillo

Tobillera deportiva

Los esguinces de tobillo son las lesiones relacionadas con los deportes más comunes en los Estados Unidos y representan aproximadamente 2 millones de lesiones por año. Esto se correlaciona con un tiempo significativo fuera de los juegos y prácticas. Un método práctico para disminuir el número y la gravedad de estas lesiones sería obviamente de gran beneficio. Por esta razón, el concepto de venda profiláctica para el tobillo deportivo se introdujo hace más de 60 años.

El concepto de tobillera evolucionó a partir de la cinta para el tobillo. Muchos atletas de todos los niveles de competición utilizan aparatos ortopédicos en lugar de las cintas tradicionales. Ofrecen varias ventajas porque son autoaplicables, reutilizables y reajustables. A largo plazo, probablemente sean más rentables que la cinta adhesiva.

Los brackets generalmente vienen en 2 tipos, aunque existen pequeñas variaciones según el fabricante. El primero no es rígido y se asemeja a un calcetín con cordones de lona gruesa o nailon. Algunos aparatos ortopédicos no rígidos también están hechos de neopreno. El estilo no rígido imparte cierta compresión al tobillo y puede ayudar en la profilaxis de lesiones, pero proporciona poca estabilidad medial o lateral al tobillo.

El segundo tipo de tobillera deportiva es la semirrígida. Su construcción es similar a la no rígida pero con la característica adicional de puntales de plástico moldeado o cojines de aire. Estos se incorporan en los lados medial y lateral del aparato ortopédico, de forma similar en orientación a los estribos utilizados en las vendas de tobillo. Estas tobilleras deportivas brindan más estabilidad y, a menudo, se eligen durante las fases de rehabilitación y regreso al juego de una lesión en el tobillo.

Los estudios prospectivos han encontrado dificultades para controlar todas las variables asociadas con las lesiones de tobillo (p. ej., superficie de juego, uso del calzado, estabilidad inherente individual, intensidad de la competencia tanto a nivel de equipo como individual). La mayoría ha demostrado que las tobilleras son ligeramente más efectivas que las cintas, pero que ambas son mejores que ningún soporte.