El pie caído, a veces llamado pie caído, es un término general para referirse a la dificultad para levantar la parte delantera del pie. El tipo más común de pie caído es causado por una lesión en el nervio peroneo, que controla los músculos que levantan el pie. Si tiene el pie caído, la parte delantera del pie podría arrastrarse por el suelo al caminar. El pie caído no es una enfermedad. Más bien, el pie caído es un signo de un problema neurológico, muscular o anatómico subyacente. A veces el pie caído es temporal, pero puede ser permanente.
¿Cuáles son los síntomas del pie caído?
El pie caído dificulta levantar la parte delantera del pie, por lo que puede arrastrarse por el suelo al caminar. Esto puede hacer que levante el muslo al caminar, como si subiera escaleras (marcha en escalón), para ayudar a que el pie despeje el suelo. Este modo de andar inusual puede hacer que golpees el suelo con el pie con cada paso. En algunos casos, la piel de la parte superior del pie y de los dedos se siente adormecida.
Dependiendo de la causa, el pie caído puede afectar a uno o ambos pies.
¿Cuáles son las causas del pie caído?
El pie caído es causado por debilidad o parálisis de los músculos involucrados en levantar la parte delantera del pie. Las causas del pie caído pueden incluir:
Lesión nerviosa. La causa más común del pie caído es la compresión de un nervio de la pierna que controla los músculos implicados en levantar el pie (nervio peroneo). Este nervio también puede lesionarse durante una cirugía de reemplazo de cadera o rodilla, lo que puede provocar la caída del pie.
Una lesión de la raíz nerviosa ("nervio pinzado") en la columna también puede provocar la caída del pie. Las personas que tienen diabetes son más susceptibles a sufrir trastornos nerviosos, que están asociados con el pie caído.
Trastornos musculares o nerviosos. Varias formas de distrofia muscular, una enfermedad hereditaria que causa debilidad muscular progresiva, pueden contribuir a la caída del pie. Lo mismo ocurre con otros trastornos, como la polio o la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth.
Trastornos del cerebro y de la médula espinal. Los trastornos que afectan la médula espinal o el cerebro, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la esclerosis múltiple o los accidentes cerebrovasculares, pueden provocar pie caído.